@magdarevetllat
Los defensores de la hipótesis de la IA Fuerte insistían en que la consciencia era una propiedad ciertos algoritmos: un resultado de procesar información de cierta forma, sin que importase qué órgano o máquina se empleaba para realizar la tarea.
Greg Egan es el equivalente a ciencia ficción hard, la que ante todo es ciencia, innovación e imaginativos adelantos que tal vez algún día serán realidad.
En este libro convergen varios personajes, se habla de un mundo virtual y de otro que siendo producto de la tecnología es mucho más que virtual, es la conciencia humana trasladada a un entorno al que solo llegan unos cuantos privilegiados.
Quien vive en esos mundos creados puede hacer todo lo que un humano y más, incluso tomar instantáneas de algo más que una imagen:
Peer sintió cómo le recorría la excitación... y el miedo. Tomó una instantánea de sus emociones...
¿Vivir para siempre? ¿Dónde se almacenarán estos datos producto de un proceso de copiado?
Escanearse o no escanearse, he aquí el dilema.
No hay comentarios:
Publicar un comentario