Me gustó mucho la película El jefe de todo ésto de Lars Von Trier. Trata de un empresario que, para evitar enfrentarse a sus empleados, finge tener un socio y le achaca a éste todas las decisiones problemáticas. Un día, sin embargo, necesitará que este socio se persone en la empresa para lo cual contrata a un actor y, desde ese momento, se sucederán un montón de situaciones hasta un final de lo más inesperado.
Puede parecer que la estrategia del socio duro es relativamente nueva en el mundo de las relaciones laborales, pero no es así. De hecho, en David Copperfield, una de las célebres novelas de Charles Dickens, el protagonista ya adulto, intentará conseguir de su jefe unas mejores condiciones laborales, pero éste se refugiará en la extrema intransigencia de su socio... el cual, casi no tiene voz ni voto para decidir cosa alguna.
Sin lugar a dudas sigue siendo una buena opción leer los clásicos.
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