martes, 27 de agosto de 2013

El diablo viste de Prada

El texto en la portada del libro dice "El trabajo de tus sueños viene con una jefa diabólica".

En realidad, no es el trabajo soñado por Andrea. ella quiere escribir para el New Yorker, no siente especial interés por el mundo de la moda y el trabajo en sí es de asistente. Pero, al fin y al cabo, es un trabajo en el mundo editorial, en una gran empresa de ese sector, y su jefa es alguien cuya recomendación es tenida muy en cuenta. Así pues, Andrea aceptará trabajar como asistente, por un año, para Miranda Priestly, la directora de Runway, que resultará ser un ser despótico y cruel. 

La comparación con la película es algo inevitable, y hay varias diferencias remarcables. Andrea no vive con su novio, en la primera parte de la novela ella comparte piso con dos chicas que trabajan para en un banco, y que cada noche llegan exhaustas. Más tarde lo hará con su mejor amiga Lily, que está preparando su doctorado, y cuyos problemas llegarán a serlo también para la protagonista. Su novio Alex, que en la película es cocinero, es aquí, como ella, recién licenciado y por voluntad propia imparte clases en un instituto en un barrio marginal. A Alex no le importará que trabaje en el sofisticado y frívolo mundo de la moda, pero sí que establecerá una diferencia entre ellos que Andrea se distancie de su familia y amigos por el trabajo, que anteponga sus obligaciones laborales al contacto humano, en suma, que deje de ser la persona que él conoció.

Otra diferencia es que Andrea nunca adorará o defenderá la actitud de Miranda. Si bien reconoce que su trabajo editorial es bueno, mantiene una distancia con ella y con el mundo al que pertenece. En este sentido el libro es mucho más mordaz en las descripciones y comentarios y sobretodo en su reflexión interior. Andrea irá a París para los desfiles de primavera, pero no porque Miranda la escoja sino porque Emily, que nunca deja de ser la primera asistente, se pone enferma y le es imposible viajar. 

Como novela que describe aspectos del mundo laboral, la autora menciona los sueldos y los gastos de los protagonistas, lo cual ayuda y mucho a situar la escena en un contexto real: 32.500 dólares es el sueldo de Andrea por ser asistente, quien tiene a su disposición coches con chofer y ropa, y que carga a la empresa todos los gastos, incluidos los cafés de Starbucks que reparte a los sin techo de la zona. También menciona el sueldo del ex-novio de Lily, quien casualmente trabaja en el banco que comparte edificio con la revista, y según los cálculos de Andrea debe recibir cerca de 150.000 dólares al año. 

Lauren Weisberger escribió este libro después de haber sido asistente para Anna Wintour, la directora de Vogue en Estados Unidos. Ha escrito otras novelas, que tal vez algún día podamos comentar aquí. 


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