Dos mujeres se conocen en un barco, una institrutiz y una joven de la nobleza, ambas dejan Gran Bretaña con la intención de empezar una vida a su gusto, en Nueva Zelanda. La institutriz quiere educar a sus propios hijos y vivir en su propia casa, la joven lady rechaza los convencionalismos de su patria y quiere la libertad de ese país, libertad para estar más tiempo en los establos con sus caballos y con sus rebaños de ovejas y no en un salón tomando el té y manteniendo conversaciones insulsas. Con la institutriz viajan cinco niñas que, enviadas por el orfanato, trabajarán como ayuda doméstica en las casas que las han contratado.
En ese nuevo país ambas mujeres encontrarán su propio camino, tendrán su propia casa, hijos y una vida junto a su marido, pero las penalidades y decepciones serán muchas en una sociedad naciente y con conflictos con los nativos por una tierra que todos consideran suya.
El País de la Nube Blanca, así llamado por sus más antiguos habitantes, pues al acercarse por mar lo primero que se puede divisar es una densa niebla que apenas deja ver la tierra. Allí llegarán los nuevos colonos, llegados por voluntad propia para empezar desde cero y construir su futuro para ellos y sus descendientes.
Un bello relato de amistad, amor y lucha.
Feliz Sant Jordi.
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