No deja de maravillarme que se hagan cosas con tanto detalle para ser disfrutadas por pocos minutos.
Este es el caso de los corchos de botellas, que incluyen ilustraciones de los lugares de origen
y característicos formatos de letra.
La Noche de Reyes disfrutamos con un albariño en cuyo corcho se podía leer una partitura,
diseño hecho en honor del trovador Martín Codax.
Un placer en varios sentidos.
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