Hace dos años gané un pequeño concurso con mi pequeña pieza Belleza Interior,
formada por más de 60 cajas transparentes,
cada una con un detalle relacionado con la Navidad.
Repartí algunas de las cajas y estas dos viajaron unos kilómetros
Ella, como artista que es, completó mi obra, y añadió a las cajas detalles de mar.
¿Finaliza alguna vez el proceso de creación?
Me gustó tanto el regalo que esas dos cajas que encerraban un tesoro de belleza interior han estado adornando mi casa desde que las recibí, aunque no fuera Navidad. Este año me decidí a agregarles elementos marinos, pero aún conservan buena parte de los originales, no los quiero perder. Creo que tienes razón querida amiga, el proceso de la creación no termina, se transforma, en la medida en que también nosotros mismos vamos cambiando.
ResponderEliminarGracias por este post tan bonito.
Besos
Gracias a ti por dar valor a lo que es, para mí, mucho más que dos simples cajas, Carmen.
EliminarMil besos!
Para mí también lo son.
EliminarUn abrazo