La segunda entrega de la serie Historiadores de Oxford de la autora Connie Willis es muy distinta a la anterior, y también de las dos siguientes. En esta el humor es casi constante al llegar los viajeros del tiempo a la Inglaterra victoriana y relacionarse con los habitantes de la época.
Con una clara referencia a la obra de Jerome K. Jerome en su libro Tres hombres en una barca (con el segundo título Por no mencionar al perro), el relato empieza con el planteamiento de si haber salvado un gato de ahogarse puede haber alterado el futuro.
Con escenas hilarantes, con sorpresas y más sorpresas, los estudiosos del futuro experimentarán por ellos mismos lo que supone vivir en un tiempo anterior con todas sus contradicciones que van de unas rigurosas normas de cortesía hasta las creencias en mediums y las sesiones de espiritismo con sábanas flotantes y voces de ultratumba.
Como toda serie ya sea de libros o películas, conviene leerla en orden ya que algunos personajes de especial relevancia son una constante en cada entrega y algunos detalles se entienden mejor si se sigue dicho orden.
Un disfrute de principio a fin.
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