@MagdaRevetllat
2022, Francia. Las elecciones generales han dejado muy igualados a Socialistas y las Hermandades Musulmanas y no les queda más opción que pactar: se repartirán los ministerios, los socialistas se quedarán con los de finanzas y economía en las que los musulmanes no están interesados pues su expansión es demográfica. Estos se quedarán con los ministerios de Educación y ámbito social.
El protagonista, un profesor universitario, ha visto como progresivamente los grupos musulmanes han ganado espacio en los círculos docentes mientras que los judíos han retrocedido . En la política, el presidente saliente François Hollande, se mantiene a una prudente distancia de los cambios mientras una Marine Le Pen organiza una manifestación en París por la auténtica Francia, a la vez que las mujeres empiezan a ser apartadas de los puestos de responsabilidad.
¿Está Europa astiada de sí misma? Tras el Cristianismo, el Humanismo y las corrientes políticas revolucionarias o conservadoras, ¿necesita renovarse en un cambio que solo el Islam le puede ofrecer?
Al protagonista, que ha sido apartado de su cargo con una jubilación anticipada, se le propone volver a su puesto con, por supuesto, algunas condiciones, para así seguir investigando y publicando en un constante reto intelectual. Las condiciones incluyen abrazar el Islam y abandonar toda resistencia al nuevo régimen pues, la felicidad consiste en la sumisión, la sumisión de la mujer al hombre, la sumisión del hombre a Dios.
Como en un revisado 1984, un nuevo Winston Smith se rinde para encajar en un nuevo mundo... ¿feliz?
Fotografía cortesía de
Luciano Damea,
la Luna sobre
la torre de Jaume I,
Port de Barcelona
2022, Francia. Las elecciones generales han dejado muy igualados a Socialistas y las Hermandades Musulmanas y no les queda más opción que pactar: se repartirán los ministerios, los socialistas se quedarán con los de finanzas y economía en las que los musulmanes no están interesados pues su expansión es demográfica. Estos se quedarán con los ministerios de Educación y ámbito social.
El protagonista, un profesor universitario, ha visto como progresivamente los grupos musulmanes han ganado espacio en los círculos docentes mientras que los judíos han retrocedido . En la política, el presidente saliente François Hollande, se mantiene a una prudente distancia de los cambios mientras una Marine Le Pen organiza una manifestación en París por la auténtica Francia, a la vez que las mujeres empiezan a ser apartadas de los puestos de responsabilidad.
¿Está Europa astiada de sí misma? Tras el Cristianismo, el Humanismo y las corrientes políticas revolucionarias o conservadoras, ¿necesita renovarse en un cambio que solo el Islam le puede ofrecer?
Al protagonista, que ha sido apartado de su cargo con una jubilación anticipada, se le propone volver a su puesto con, por supuesto, algunas condiciones, para así seguir investigando y publicando en un constante reto intelectual. Las condiciones incluyen abrazar el Islam y abandonar toda resistencia al nuevo régimen pues, la felicidad consiste en la sumisión, la sumisión de la mujer al hombre, la sumisión del hombre a Dios.
Como en un revisado 1984, un nuevo Winston Smith se rinde para encajar en un nuevo mundo... ¿feliz?
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