lunes, 27 de junio de 2016

El Paraíso de las Damas

@MagdaRevetllat


Si pensabas que el Marketing es un invento moderno, deberías leer este libro (y si no lo pensabas también), o replantearte el significado de "moderno" pues Zola, en esta novela, describe a la perfección las técnicas usadas por unos grandes almacenes para crecer sin parar en lo que a ventas se refiere.

El relato empieza con la llegada de una joven a Paris, acompañada de sus dos hermanos pequeños. Se dirigirá a casa de su tío pues, tras haber quedado huérfanos, recurren a él para que les de el techo que les ofreció. Al llegar a la casa familiar su tío les dice que el negocio, su pequeña tienda de telas, ya no va tan bien, pues unos grandes almacenes situados en el mismo barrio se están quedando todas las ventas. La muchacha se dirigirá a los almacenes a pedir un puesto de dependienta y será aceptada, así podrá ganarse un jornal y encargarse de sus hermanos.

Los grandes almacenes tienen a todos los tenderos horrorizados pues tienen departamentos para toda clase de productos y al comprar en grandes cantidades pueden hacerlo a precios bajos y ofrecerlos a la clientela con esa ventaja. Además, los clientes, sobretodo las damas, disfrutan de un lugar donde poder pasear sin comprar nada, mirando telas, probándose un abrigo, abriendo una sombrilla... en suma, pasando la tarde en ese palacio de tentaciones que algunos maridos sufren en silencio al tener que satisfacer las facturas que pueden llegar a desbaratar presupuestos familiares.

De las dependientas no se exige que sean guapas, pero si de buen ver, y las juzgan como a yeguas en una feria. Si bien tienen los modales para atender a la clientela, estas jóvenes soportan una situación intermedia entre la tendera y la señora, son arrojadas a un mundo de lujos sin poseer las más de las veces, la instrucción más elemental. Ellas envidian a las clientas bien vestidas y las intentan imitar mientras que las clientas modestas las envidian a ellas por sus uniformes de seda y, por solo una compra de cincuenta céntimos, piensan que obtendrán una humildad de sirvientas. Por otra parte, casi todas las empleadas viven en el mismo edificio, en la parte que repleta de habitaciones las acoge y todos los empleados comen en las salas comunes, de manera que la mayoría convive día y noche en el lugar de trabajo.

El Paraíso de las Damas sigue una constante expansión, cada vez el dinero recaudado es más y cada vez más locales van formando parte de esta colosal maquinaria que, además de vender al detalle a la clientela presente, venden por correo a provincias en un sistema de recepción de carta de pedidos y envío de la mercancía con lo que el director, emperador supremo de esta aventura, odiado por los tenderos y glorificado por las clientas, sentirá en algún momento la soledad del triunfo.

Interesantísimo retrato social de todos los tiempos pues Zola retrata las virtudes y debilidades que nos hacen humanos, enriquecedor fuente de conocimiento sobre las trampas que desde las tiendas se tienden a los bolsillos para vaciarlos y buena lección de valores humanos con el ejemplo de una buena muchacha provinciana que crecerá en un París lleno de tentaciones de todo tipo.




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