Clark Carrados escribió novelas de espías y agentes secretos, del oeste americano, de terror y de ciencia-ficción y se caracterizó por mantener un suave sentido del humor en la mayoría de ellas.
Además algunos títulos también fueron humorísticos pues emulaban grandes clásicos de la ciencia-ficción:
El hombre que vendió la Tierra puede ser inspirado en El hombre que vendió la Luna, del afamado autor Robert Heinlein.
Ha nacido un satélite puede muy bien ser una velada alusión a Ha nacido una estrella, no es un relato de ciencia-ficción pero sí es una película clásica con gran repercusión en su momento de la que se han hecho remakes.
Y otro título que evoca a Una princesa de Marte, clásico de la ciencia-ficción de la mano de Edgar Rice Burroughs, creador del mítico personaje de Tarzán.
Pequeños libros con grandes contenidos, a veces con más sustancia de la que podíamos esperar, ciencia-ficción que nos hace viajar al espacio y lejos, mucho más lejos.
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