Interesante documental sobre el cine, como obra de Arte a respetar en todos los sentidos.
Desde los cambios del formato original para adaptarlo a las pantalla de televisión y el daño que produce en las imágenes, que se ven alteradas o cortadas y con pérdida de información. Los cambios en la velocidad de exposición que produce ese efecto de rapidez en las películas antiguas que no eran habladas, pero siempre iban acompañas de música y efectos sonoros. Los doblajes, ni buenos ni malos: el doblaje es borrar la mitad de una actuación, todos los matices de la versión original. Los cortes por publicidad con, en ocasiones, irrupción de la publicidad en las escenas del film. El coloreado de las películas en blanco y negro, el corte de determinadas escenas por la censura, la reducción de minutos para adaptarla a determinados horarios…
¿Vemos en realidad la película que el director imaginó?
En las mejores pantallas.
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