Una excelente obra del maestro Kurosawa, una visión serena de la vida de un profesor que, en sus últimos años de docencia, se retira para dedicarse de lleno a la literatura. De fondo, la guerra, como complemento a un paisaje físico y humano.
Fascinante retrato de un erudito, con sus alumnos, con su esposa, con su gato, en traje o en bata (o su equivalente el yukata), sus reflexiones sobre la vida, a veces tristes y a veces humorísticas, los homenajes de sus alumnos, generaciones de hombres que han sido educados bajo su tutela.
Y bellas escenas de una ciudad, a veces en ruinas por los bombardeos, pero siempre con la magia de este director. El dibujo de la portada es uno de los que Kurosawa hizo para la composición de planos.
Encantadores, como sus tomas.
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